La primera mención de Basilio Valentín parecería estar en un antiguo manuscrito de Johannes Macari, Monachi , con el título Descriptio Lapi...

¿Quien se ocultaba tras el pseudonimo de Basilio Valentín, autor de El Carro Triunfal del Antimonio?




La primera mención de Basilio Valentín parecería estar en un antiguo manuscrito de Johannes Macari, Monachi, con el título Descriptio Lapidis Ignis. Aquí se lee que este Macario fue discípulo de Frater Basilius Valentinus, quien vivió en 1386, curó a tres mil personas de “grandes enfermedades” y vivió hasta los 136 años. 

En opinión de los especialistas Fritz y Loth, este manuscrito es una falsificación. Partington considera un manuscrito de 1582 como el texto genuino más antiguo de Basilio Valentín. Lleva el titulo : Goldenes los aller meiner geheimen arzneien

El primer texto publicado con el nombre de Basilio Valentín, sin embargo, apareció en 1599. Johan Thölden fue su editor y se sospechó siempre que en realidad era el mítico Basilio Valentín. 

Ahora bien, en sus Obras Completas, comienza con la declaración: 

“En el año 1417 yo, Basilius Valentinus, tomé cuatro libras de buena agua fuerte”. 

Pero para el experto, Koop, aquella declaración es una falsificación. En el Carro Triunfal, sin embargo, hay detalles que nos sugieren un año, por ejemplo cuando dice “el antimonio se puede usar para muchas cosas: como las letras que se usan en las imprentas”. Ahora bien, el arte de la imprenta data de mediados del siglo XV. Otro detalle es la alusión de Valentín al Tabaco y América. El nombre América apareció en un mapa de Martin Waldseemuller por primera vez en el año 1507. Y el tabaco se introdujo en Europa en 1560 por Nicot

Por tanto, suponemos que la fecha de su publicación nos lleva a la fecha de la existencia del misterioso Valentinus. Por otro lado, en 1663 un tal Andreas Mollenbrock cuenta en su “Tractatus de varis sea arthritide vaga scrobutica” que el mismo conversó con el abad del monasterio donde se supone estuvo Basilio Valentín, y pero nadie sabia nada de él, y su nombre ni siquiera se encontraba en los registros. Lo peor es que ningún monje con el nombre de Basilius Valentinus se encontraba en los registros generales de los Benedictinos en Roma. 
 
No obstante esto, se sabe que los benedictinos no poseían tal registro en la época de Basilius. 

Pues  bien, en la “Epistola ad Langelottum (1673)” Morhof afirma que en 1515 el emperador Maximiliano I solicitó una investigación para dar con el paradero del monje misterioso , sin dar muchos frutos. Para el investigador Motschmann, detrás de la identidad de Basilius Valentinus se ocultaba el nombre de Johann Eschenreuter



Pero Schelenz (1904) nos dice otra cosa: 

Se puede establecer con certeza casi inquebrantable que las obras de Basilius Valentinus son simplemente hábiles compilaciones de este tesorero de la ciudad, Johann Thölden de Frankenhausen."
Lippmann escribe algo parecido en 1919: 

“El uso del antimonio recibió un impulso considerable a través de la obra del llamado Basilius Valentinus, que no fue, sin embargo, como se creyó durante tanto tiempo, compuesta en 1450 en Erfurt por este supuesto monje benedictino, sino que fue falsamente atribuible por el editor Tholde la fecha del siglo XVII” 

En lo que respecta al especialista Fritz, se ha demostrado sin lugar a dudas que los escritos de Basilius Valentinus fueron compuestos por muchas personas – una opinión ya adoptada por Sprengel – y que Tholden simplemente inventó el nombre, pero no fue él mismo el autor. 

Fritz afirma que un tal Andreas Soleas fue el autor de la primera parte del Testamento de Letztes, y quizá también de la segunda parte. Pero al contrario de Fritz , los especialistas Sudhoff y Hommel consideran a Johann Thölden como el propio autor. 

Ciertamente que Thölden haya escrito las obras es altamente improbable, aunque solo sea en parte. Como bien es sabido publicó libros de alquimia con su propio nombre, de manera que no hay una razón clara de por qué de repente haya asumido otra identidad. De hecho, parecería que es al revés: Thölden tomó material de Valentín para sus propias obras. 

Finalmente, debemos mencionar a Partington, cuya obra de cuatro volúmenes, A History of Chemistry, contiene en su segundo volumen de 1961 un capítulo dedicado enteramente a Basilio Valentin, y dice: 

“ Después de Geber, Basilius Valentinus, representa probablemente la falsificación literaria que ha engañado y dejado perplejos a los químicos durante más tiempo” 

Para este autor, Joachim Tankius es la persona oculta tras el seudónimo del monje. La duda sobre la identidad, como vemos, se mantendrá. Pero algo es cierto. En 1599 se publicó una serie de obras atribuidas a un monje benedictino, la más famosa, El Carro Triunfal del Antimonio, bajo el nombre de Basilius Valentinus. Su primer editor fue Johann Thölden , ministro del Tesoro de Franckenhausen en Thuringen y director de la mina de sal local. Los propios escritos respaldan la afirmación de que se compuso alrededor del Siglo XVI

Thölden , por otro lado, disponía de los manuscritos del monje Valentinus, y los transcribió y compuso en la edición que lanzó al público. 
 
Ahora bien, esos manuscritos, atribuidos a Basilius Valentinus, podrían bien tratarse de la orden Rosacruz, ya que Thölden tenía deberes de secretario dentro de dicha hermandad. Y como todos sabemos, los rosacruces se dedicaban a la alquimia y no es improbable que los textos de Basilius Valentín los hubieran compuesto en la orden o bien derivaran de su circulo privado.
 
Textos donde se alienta al trabajo con minerales como fuente de la Panacea Universal.





Fuente: David A Schein
Traducción y redacción: SJ
Basilius Valentinus and his tinctures from Antimony
Agradecimiento especial : Baltazar, por el libro.