Sobre la Materia de la Piedra Filosofal en general

Este tratado anónimo es el primer ejemplar del manuscrito 3027 de la Biblioteca del Arsenal. Se titula «De la matière de la pierre des philosophes en général». Mike Dickman lo ha traducido del francés, y quien escribe esto, al español por primera vez. La primera vez que leí este texto me hizo reflexionar largamente sobre la materia, que hasta entonces sospechaba que era el antimonio vulgar, pero no. Como bien declaró Fulcanelli y Basilio Valentín, la piedra filosofal tiene sustento y base en otra materia que está claramente indicada en este maravilloso texto. Porque, deben saber, que la gran dificultad en la Gran Obra reside en dar con la materia correcta, sin la cual, como dice Bernardo Trevisano, todo esfuerzo es vano, y se pierde uno en los meandros del laboratorio con operaciones inútiles cuyo mayor ejemplo lo pueden encontrar en la vida del Trevisano y en mi propia vida donde también deambulé por los rocíos, las piritas, los parérgones, cenizas de roble, y un larguísimo etcétera, pero ninguno me acercó al objeto de mis deseos, y sólo perdí tiempo y esperanzas...

Como dice el autor del texto 

Así pues, quienes buscan la materia fuera del género metálico, y en un lugar distinto a los metales, trabajan infructuosamente y en vano

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