“Los antiguos designaban a menudo la alquimia con el nombre de agricultura celeste, porque ofrece, en sus leyes, en sus circunstancias y en sus condiciones la más estrecha relaciĂłn con la agricultura terrestre.”
Los estudiosos modernos, al examinar los textos hermĂ©ticos como un documento del gnosticismo helenĂstico, sĂłlo han encontrado en ellos unas pocas, o nulas, trazas de influencia cristiana. Para los entusiastas religiosos del siglo XVI, el sacerdote egipcio parecĂa escribir casi como un cristiano, como si hubiera tenido una visiĂłn anticipada del cristianismo desde su remota posiciĂłn cronolĂłgica. Es un hecho muy significativo que, cuando Isaac Casaubon puntualizĂł, en 1614, por primera vez desde hacĂa doce siglos (los que habĂan transcurrido entre Lactantius y Casaubon) que, aunque era perfectamente posible que hubiera existido un hombre llamado Hermes Trismegisto en tiempos muy remotos, los textos hermĂ©ticos no podĂan haber sido escritos por Ă©l, avanzara la suposiciĂłn de que todas las obras atribuidas a Trismegisto, o al menos una buena parte de ellas, habĂan sido falsificadas por los cristianos.
“Sin embargo, estas alusiones e indicaciones relativas a la vĂa más antigua y secreta son incompletas. En realidad, al pulvis solaris, a recoger con el espejo ardiente, que los alquimistas llaman sal naturae, tĂ©rmino muy significativo, hay que añadir el aqua philosophica, que se obtiene de un modo similar, no menos singular, y que al dejarla evaporar abandona en el fondo una sal roja. La preparaciĂłn del Gran Elixir presupone precisamente la uniĂłn de estos dos ingredientes secretos.”
Dolores: Dijiste que tambiĂ©n les enseñaron cĂłmo usar el poder de la Luna y las estrellas. ¿CĂłmo fue eso posible?Linda: La Luna tambiĂ©n tiene mucha energĂa. Los seres humanos nunca han entendido esto. Es una forma de energĂa muy pasiva, totalmente diferente al Sol, que es muy activo y fuerte. Sin embargo, la energĂa pasiva de la Luna es tan fuerte como la del sol.P: Pensamos que es frĂa.L: SĂ. Es un tipo completamente diferente. Y es por eso que los humanos piensan que es frĂa, pero no lo es.P: ¿QuĂ© tipo de dispositivo usaron para capturar la energĂa de la Luna?L: Era metalizada y brillante como un pedazo de vidrio.P: ¿PodrĂas ver a travĂ©s de Ă©l como si fuera un cristal?L: No. Era plateado y brillante, y estaba asentado sobre un pedestal en forma de arco. Era cĂłncavo en el centro y giraba en muchas direcciones. Era mucho más grande que el instrumento usado para el Sol, debido a la naturaleza de la energĂa. TenĂa cincuenta pies [~15 metros] de diámetro y veinte pies [~60 centĂmetros] de altura. Era muy, muy grande.D: Probablemente por eso tenĂa que tener un pedestal: para girarlo.L: SĂ. Se necesitaron muchos hombres para moverlo.P: ¿Para quĂ© se utilizĂł la energĂa de la Luna?L: La energĂa de la Luna puede usarse para alterar los efectos del tiempo en el organismo humano. PodrĂa ser utilizado para curar el cuerpo humano. PodrĂa servir para muchas cosas.P: ¿CĂłmo alterarĂa el efecto del tiempo en el cuerpo humano?L: A medida que una persona envejece, hay una falla en la comunicaciĂłn celular en todo el sistema. Y debido a esta desarmonĂa, hace que los Ăłrganos del cuerpo envejezcan y no funcionen de manera eficiente, lo que priva de funciones vitales al cuerpo. Este dispositivo rejuvenece la estructura celular, permitiĂ©ndole funcionar normalmente, como en una edad más joven. Solo a aquellos que fueron elegidos se les permitiĂł este conocimiento, y esto se les dio para que pudieran permanecer en la Tierra por perĂodos de tiempo más largos para dirigir a los terrĂcolas. [...]P: Entonces, ¿la energĂa del Sol y la Luna se almacenaron en este tipo de lugares?L: SĂ. En cámaras separadas [del Templo], porque la energĂa del Sol serĂa destructiva para la de la Luna. D: TambiĂ©n dijiste que usaban la energĂa de las estrellas. ¿CĂłmo se hizo eso?L: Capturaron fragmentos de luz de ciertas configuraciones estelares.
“Ciertos autores, y no de los menores, han pretendido que el mayor artificio operatorio consiste en capturar un rayo de sol y en aprisionarlo en un frasco cerrado con el sello de Hermes.”
“Esto se debe a las diferentes polarizaciones en que se encuentra ubicado el cuerpo astral del hombre por una vibraciĂłn análoga al Ă©ter y llamada Ă“dica, ligada a los diferentes colores.”
“[El Odyle] es la energĂa omnipresente que anima todas las cosas, ‘descubierta’ por el barĂłn Karl von Reichenbach (1788-1869). Eugène Canseliet habla de la «radiaciĂłn astral que aparentemente obedece a las mismas leyes de propagaciĂłn que regulan las vibraciones magnĂ©ticas y sonoras... Sea lo que sea, esta corriente verdaderamente mágica sigue siendo para nosotros la misma corriente que hace descender la estrella que guiĂł a los Reyes Magos hasta la cueva del Niño-Rey (4).»”
Un año despuĂ©s vi aparecer un pequeño cristal transparente en el remanente, que luego se agrandĂł, se volviĂł blanco y finalmente adquiriĂł la forma de un cubo perfecto. Más tarde se formaron otros. El lĂquido aceitoso se habĂa vuelto más marrĂłn y las sales se habĂan separado de Ă©l. El lĂquido era acre, alcalino y ardiente (inflamaba la boca, y esto despuĂ©s de la cristalizaciĂłn). [...]El punto fundamental de atracciĂłn es el fuego interno y natural de las cosas. Esto lo sostienen las cortezas terrestres. Ha guardado una gran afinidad con la luz de la que es vehĂculo en la tierra que habitamos. Aparece a nuestros ojos libre de estas ataduras sĂłlo a travĂ©s del resplandor de la luz y del aire que sirve de alimento al fuego. Ese pequeño pedazo de polvo, por lo tanto, contenĂa dentro de sĂ este punto ardiente, el imán que habĂa atraĂdo hacia sĂ al EspĂritu Universal, la luz o el fuego etĂ©reo; como el agua celestial que no moja las manos, no es fácilmente perceptible, al ser tan sutil y diluida. Pero ese imán uniĂł esos tres principios, los hizo manifiestos […]La divisiĂłn de estos principios muestra que aquel lĂquido, que parece homogĂ©neo, contenĂa tres principios evidentes:• un agua sutil;• una sal brillante;• un azufre Ăgneo rojo.Estos tres son los bloques constitutivos de todos los seres. El lĂquido marrĂłn rojizo restante solo puede ser agua y fuego, materia y forma, mercurio y azufre. Hay un principio intermedio entre estos dos, y es la sal, que se adapta a los otros dos. Es su vĂnculo cuando están unidos, pero tambiĂ©n es la causa (cristalizaciĂłn) de su separaciĂłn (el azufre tiene partes blancas, rojas y negras que se manifiestan en las diferentes fases).
“El agua de la sal de la materia prima es el imán que atrae abundantemente los rayos del sol; gracias a su acciĂłn pueden coagular tan fuertemente, que se forma como un carbĂłn incandescente. Si esta primera agua salada se mantiene encerrada en una esfera de vidrio y en ella se concentran los rayos del sol, se vuelve roja gradualmente y se puede obtener el polvo solar rojo o azufre Aphar(7), la tierra seca. [...] La tierra pura necesaria para nuestra Obra debe ser realmente tan clara como el cristal; no tiene nada en comĂşn con nada excepto el puro Ă©ter de vida; ella lo atrae hacia ella y su acciĂłn la impregna. Los Antiguos llamaban a esta tierra magnĂ©tica y cristalina nitrum y uitrum. Para Pitágoras, esa era la fijaciĂłn de los rayos del Sol. Los HermĂ©ticos llaman a esta fijaciĂłn de los rayos del Sol como el Sello de Hermes, porque la luz en extensiĂłn se concentraba en la Obra y la sellaba, por asĂ decir.”
“Los rayos que descienden del Sol llevan consigo el azufre solar, el Fuego Divino. Al contacto con los rayos lunares estos rayos cristalizan. Los rayos del Sol son asĂ tocados por las emanaciones que se elevan desde la superficie de la tierra y luego se cristalizan en una sustancia todavĂa parcialmente tangible, soluble en agua pura. La cristalizaciĂłn de los rayos solares y lunares en agua (rocĂo) produce la tierra virgen: una sustancia pura, invisible, no contaminada por sustancias materiales. Cuando los cristales de tierra virgen están hĂşmedos, aparecen verdes; cuando están secos, blancos.”
“Lo que da el nombre de Medicina Universal a este digno azufre es la gran penetraciĂłn gracias a la cual ingresa y accede al corazĂłn de la enfermedad antes de sufrir alteraciones en la digestiĂłn, lo que hace que lleve intactas sus virtudes al origen del padecimiente, y como este azufre es tomado del mismo fuego que se encuentra en los rayos del sol, multiplica la vida aumentando su espĂritu vital y la hace dueña de su propia acciĂłn.” (8)
En su reino, hay un espejo en el cual se ve todo el mundo. Quienquiera que mire en este espejo puede ver y aprender las tres partes de la Sapiencia de todo el mundo, y, de esta manera, será sapientĂsimo en estos tres reinos, como lo fueron AristĂłteles, Avicena y otros varios, los cuales, al igual que sus predecesores, vieron en este espejo cĂłmo fue creado el mundo.
(1) El sacerdote catĂłlico Marsilio Ficino fue
traductor al latĂn del Corpus Hermeticum, de los cĂłdices originales
recuperados de un monasterio bizantino. Además de bibliófilo y filólogo fue
autor de varias obras que más tarde influyeron en Pico de la Mirándola y
Giordano Bruno, estableciendo los andamios esotéricos sobre los que el
Renacimiento floreciĂł.
(4):Eugène Causeliet, “Alchimie et magie,” en La Tour Saint-Jacques, julio-diciembre de 1957, ns. 11-12.
(5)Pierre De Saulx [DeSault]: Nouvelle Découvertes, Veuve de Florentin Delaulne, 1727, pp. 12-44
(6) Principe, Lawrence M.: The Transmutations of Chymistry, The University of Chicago Press, 2020.
(7) El Aphar min Adamah es el “polvo de la tierra,” la base o materia de la formaciĂłn de Adán. Estas lĂneas del texto de Herbort contienen una clave explicativa del famoso pasaje de El Conde de Gabalis sobre el uso de los espejos en la alquimia.
(8) T. F. Geron: Clavicule de la Philosophie Hermétique: Où les mystères les plus cachés des Anciens et Modernes sont mis au jour en faveur des Enfants de l'Art et à la gloire de Dieu, 1753; Bailly, Paris, 1986.
(9)Le Cosmopolite: Nouvelle Lumiére Chymique: Traité du Soufre, Paris, D'Houry, 1649, p. 78
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