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Piedra Filosofal del anciano de Mendoza
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En un viejo blog relatĂ© hace más de 15 años cĂłmo fue mi encuentro con este hombre que afirmĂł estar en posesiĂłn de la mitica Piedra filosofal, la misma que estás viendo en la fotografĂa aquĂ arriba, y que gentilmente me permitiĂł fotografiar.
Hoy quiero contarles todos los pormenores al respecto de este encuentro en Mendoza, donde también me enteré de la historia del vagabundo anónimo, cuyo relato lo expuso un gran amigo en un video que ahora también compartiré aquà debajo (lo retiró del canal de Youtube):
Click aquĂ para ver esta historia
Esta supuesta Piedra Filosofal la sopesĂ© entre mis manos y dedos, y junto a un amigo con el que investigaba, que más de uno sabrá quien es, le tomamos varias fotografĂas. No se aprecia bien en las fotos, era la Ă©poca donde no existĂan los celulares que existen hoy dĂa, y nuestras cámaras eran precarias. Pero la materia estaba conformada por pequeños cubos, cual rubĂes, todos unidos entre si, y arropados bajo una suerte de tierra roja desde donde nacieron. Y todo esto dentro del matraz (*). Era extraño, una belleza de cristalizaciĂłn, digno para tener de adorno más allá de que fuera cierto lo que nos contaba aquel anciano.
Por muchos dĂas nuestro amigo nos acompañó por las calles de Mendoza revisando con nosotros la arquitectura de la ciudad y revelándonos lo que para Ă©l constituĂa el reflejo de la simbologĂa hermĂ©tica. En la Ăşltima noche, me llevĂł aparte y me dijo que volviera a Mendoza y quizá me revelarĂa el secreto. La historia completa y la entrevista que mantuve con Ă©l, y con otro alquimista de Mendoza, la encuentran en mi libro Aspirantes a Inmortales, que Ăşnicamente lo comercializo por esta web.

Hoy dĂa, tras tantos años, creo conveniente que lo llame como se llamaba realmente: Enrique. Recuerdo pasear por su jardĂn, repleto de felinos, y seguirlo hasta su rudimentario laboratorio donde me enseñó una bandeja con un lĂquido viscoso y me dijo muy serio que era el Fuego Secreto. Con tono sosegado, sin dejarme de ver a los ojos, me explicĂł cĂłmo se elaboraba. Y me enseñó por quĂ© estaba relacionado con el LeĂłn Verde al sumergir una hoja de papel en el lĂquido y sacarlo de color verde: "porque todos buscan el verdor, pero ese no se revela si no quiere el sabio. Como ve usted, es un liquido transparente pero es vegetable y vivo, eso representa el verde"
MuchĂsimos años despuĂ©s traduciendo el emblema más clásico del LeĂłn Verde le di la razĂłn y comprendĂ que cuando me contĂł la elaboraciĂłn del Fuego Secreto no me habĂa mentido. Pueden leer la traducciĂłn al dibujo del LeĂłn Verde tradicional aquĂ mismo.
La formula para fabricar la Piedra, sin embargo, nunca me funcionĂł.
En un antiguo grupo de Yahoo manejado por Rubellus Petrinus, unicamente para pocos alquimistas avezados, compartĂ la operatoria, pero nadie la reprodujo. Hoy decido darla a conocer.
LA OPERATORIA DEL ANCIANO
(Nota aclaratoria: no aliento a nadie que la reproduzca, se trabaja con ácidos y no es mi responsabilidad si usted, querido lector, decide ponerla en práctica, me limito a narrar la operatoria como la hacĂa este alquimista y nada más)
Para esta vĂa utilizamos Plomo vulgar. Lo cortamos en láminas o lo fundimos en una cacerola y con una cuchara tiramos gotas sobre mármol que formarán cascaras de plomo fácil de cortar. Tras esto, lo colocamos en un frasco de vidrio y le echamos ácido NĂtrico no más de 100 mlts.
La proporciĂłn exacta es: 100 grms de plomo con 100 mlts de ácido NĂtrico. El fuego apenas debe estar, o incluso, si es verano, bastará colocar el recipiente cerrado bajo el sol, con un pequeño orificio para que despida los gases. Se tornará de color marrĂłn el vapor y se empañará el frasco.
Cuando precipita, agrego ácido sulfúrico hasta que no precipite más. Lo agrego con un vertedor. Sólo un poco. Al instante notarán que el plomo ha quedado disuelto y de color blanco. Lo lavamos con agua de lluvia o del grifo y lo dejamos secar tras esta operación.

Quedará algo asĂ, como enseña la foto.
La idea que tenĂa el anciano consistĂa en que tanto el mercurio como el azufre (filosĂłficos, claro) debĂan de sacarse de cuerpos imperfectos y que, unidos, podrĂan llevarse a la perfecciĂłn de la piedra.
Ahora bien, tras tener el sulfato de plomo empieza la preparaciĂłn del mercurio.
Una aclaración que recuerdo me hizo es que en lugar de preparar asà el plomo, mediante ácidos, puedo usar galena que es sulfuro de plomo natural. La galena, por otro lado, está mencionada en muchos tratados, desde Fulcanelli hasta el Collectanea Chemica y Jean Dubuis la trata a igual que yo en el libro
Los Frutos de la Montaña de los Filósofos.
EL MERCURIO FILOSOFICO

Tomo un recipiente de vidrio grande y dentro coloco el polvo blanco obtenido del plomo, unos 200 grms. Añado agua 1/4. Añado 15 grms de sal de amonio. Añado 100 gramos de Fuego Secreto.
Una vez que se disuelven las materias reitero 3 veces la añadidura del Fuego Secreto y el amonio. Si pongo mucho Fuego Secreto el compuesto se tornará amarillento casi marrón, y estará arruinado. Debe permanecer color blanco-amarillento.
Tras esto, lo filtro y añado tanto salitre como haya hecho de compuesto. Para filtrar puedes emplear los sobres de café. Según consejo del anciano, el nitrato de chile es mejor para la experiencia.
Esta operaciĂłn, hasta aquĂ, es sin fuego. Porque el Fuego Secreto es suficiente por si mismo. No se requiere otra reacciĂłn de fuego externo.
Pero una vez coloco el Nitrato de chile (o salitre) pongo un fuego de vela, no más de 70ºC. Y bató durante 12 a 24 hs. Para esto deberas preparar con un motor o batidora a no mucha velocidad, un aparato encima del frasco con los compuestos. Yo usé un motor de un coche a control remoto. Y puse todo el compuesto en un frasco sobre un nido de arena para no excederme con la temperatura. Un agitador magnético es la solución por supuesto.
Es aquĂ donde he fracasado muchas veces. Pues debe formarse un cristal blanco por la superficie. Y recoger ese cristal que es nuestro Mercurio.
Una vez lo recoges lo guardas en la heladera, al abrigo de la luz. Como nace del plomo, un planeta frio y oscuro, es conveniente esta prudencia.
EL AZUFRE FILOSOFICO

El azufre filosófico se obtiene de forma muy sencilla, aunque cansadora. Tomo sulfato de hierro y agua de grifo. Lo pongo en una cacerola de acero bajo fuego hasta evaporar por completo el agua. La cacerola debe estar tapada, no más de 70ºC.
Quedará una formación primero verde, luego, marrón, y finalmente rojiza como sangre.
Pero llegar al rojo sangre es un proceso largo y tedioso, de varios "lavados", unos 21 lavados más o menos. No es tarea sencilla. Pero una vez en poder de ese compuesto rojo sangre, lo dejo secar hasta convertirlo en un polvo rojo. Lo puedo dejar secar bajo el sol.
Ya secó, según mi amigo, le añado un poquito de ácido sulfurico para limpiar posibles impurezas.
CONJUNCION

En un matraz grande, añado azufre y mercurio filosóficos preparados como expliqué arriba. Y uso de mediador la sal de amonio. Según mi amigo, se forma primero la negrura, el compuesto se tornará como dicen los tratados:
1. Negro.
2 Blanco.
3 Amarillo.
4 Rojo.
La proporciĂłn exacta es: 100 grms de Azufre + 100 grms de Mercurio + 15 grms de Amonio.
Lo encierro hermeticamente en el Matraz, sobre un fuego de arena muy bajo.
Primero se formará, como digo, el negro. Luego, dejo enfriar el compuesto, abro el matraz y vuelvo a echar el Mercurio y amonio. Entonces el compuesto, de nuevo bajo el fuego, se tornará blanco. Tras esto, dejo enfriar, vuelvo a abrir y colocar Mercurio y amonio. Lo coloco bajo el fuego y se tornará amarillento. Lo saco del fuego, vuelvo a abrir y colocar una vez más Mercurio y amonio. Asà se llegará el rojo de la piedra y se formarán cubos agrupados entre si, tal y como describe Fulcanelli en sus tratados.
Para lograr esta cristalización evaporo abriendo el matraz. (o según mi amigo: puedo echarle una gota de ácido clohidrico.)
Lo que se efectuĂł aqui es el famoso RERERE hasta la piedra. SegĂşn palabras de mi amigo, su consumo le dio una percepciĂłn distinta y claridad mental.
ALGUNOS CONSEJOS:

El Fuego Secreto debe tratarlo porque es el que forma el "agua de nuestro rocĂo", segĂşn el anciano Enrique.
Pero es una materia viva, como pueden apreciar en la imagen al costado. Aun en un recipiente cerrado, brotĂł hacĂa afuera , creciendo y huyendo del recipiente.
Según el anciano esto ocurre porque el agua o Fuego Secreto tiene vida. Según me explicó, esto demuestra una vez más que es el fuego secreto o agua que no moja las manos.
Otro consejo que me dio es que sin necesidad del fuego puede hacerse la conjunciĂłn. Durante el dĂa, en un frasco sellado y protegido del sol, basta el poder de un sol fuerte para que se cocinen las sustancias.
Ahora bien. Fue en la Ăşltima comunicaciĂłn con mi amigo Enrique, el 31/12/2004, en una de mis improvisadas visitas a Mendoza, que me dijo que al llegar al amarillo, debo echar ácido clorhĂdrico, una gota, y dejar reposar. TambiĂ©n me dijo que no hace falta fuego, sĂłlo la luz solar.
ALGUNOS TEXTOS QUE CONCUERDAN CON ESTA VIA
"El toro y la vaca, el sol y la luna, el azufre y el mercurio, son , pues, jeroglificos de idéntico y designan las naturalezas primitivas contrarias, antes de su conjunción, naturaleza que el arte extrae de cuerpos mixtos imperfectos"
Fulcanelli , El misterio de las Catedrales, pg 143.
"Se encuentra en Saturno una gran proporciĂłn de Mercurio, no fijo sin embargo y volátil, una pequeñĂsima proporciĂłn de Azufre y, debido a esta pequeñĂsima cantidad de cuerpo frĂgido, no puede engendrar ningĂşn calor"
Basilio Valentin, Sobre las Cosas Naturales y Sobrenaturales, pg 33
"En resumen digo que Saturno naciĂł de poco Azufre, de poca sal, y de un abundante mercurio crudo y no maduro, que hay que considerar como una espuma que flota en el agua.."
Basilio ValentĂn, Sobre las Cosas Naturales y Sobrenaturales, pg 34
" Asà pues la tintura del oro no existe en nada con más abundancia que en Marte y Venus...la tintura en la cual participa Venus puede igualmente ser descubierta en Marte , y ciertamente con una virtud más grande y más eficaz"
Basilio ValentĂn, Sobre las Cosas Naturales y Sobrenaturales, pg 16
"Por esto no rechazarás enteramente a Saturno...pues la piedra de los filosofos tiene en efecto en este metal el primer origen de su color resplandeciente, y la llave de su fijeza viene del influjo de este planeta por la putrefacción, porque no es posible producir el color negro partiendo del amarillo, si antes el color blanco no ha sido engendrado del negro"
Basilio Valentin, Sobre las Cosas Naturales y Sobrenaturales, pg 35.
LA FUENTE REAL DE LA OPERATORIA DE ENRIQUE , EL ANCIANO ALQUIMISTA DE MENDOZA
De todo esto que narrĂ© han pasado ya 15 años. Lo publiquĂ© por primera vez en el blog Lapisphilosophorum1.blogspot.com y hoy dĂa decidĂ transferirlo a este espacio, para que los lectores de esta casa lo tengan por primera vez completo.
Por entonces, años atrás, creĂa que los alquimistas, o los que perseguĂan esta ciencia secreta, eran todos bondadosos, que, a fin de cuentas, Ă©ramos todos hermanos. Me costĂł aceptar las palabras de Cyliani que descree en esto mismo.
Por eso, la elaboraciĂłn del Fuego Secreto, no la brindo de manera pĂşblica para el lector ocasional que de golpe para sus ojos en esta página. Lo harĂ© con los hermanos que desde hace años buscaron este secreto que, como cuenta LimojĂłn De Saint Didier, le robĂł el sueño por muchĂsimos años hasta dar con el mismo.
Pero ahora es justo que cierre esta historia narrando la persona que descubrió la operatoria, se la transfirió a Enrique y él luego a mi. Y como este hombre obtuvo conocimiento de la misma o por qué razón la encaró de esta manera.
Hace años atrás, tuve una entrevista inquietante con una persona de nombre F. Me contĂł muchas historias de su vida, que realmente me parecieron increĂbles ronzando lo fantástico.
En un cafĂ© del centro de Buenos Aires, Argentina, me relatĂł con estas palabras (perdĂ la grabaciĂłn que tenĂa y recurro a mi memoria) la siguiente historia:
- ¿Usted sabe cĂłmo hacer la piedra?.
- SĂ. Lo sĂ©.
- ¿Y cĂłmo descubriĂł este secreto, porque no es nada sencillo?.
- Pues hace tiempo atrás, en un bar de cierta regiĂłn, una persona ingresĂł buscándome a mi. TenĂa aspecto como de alemán, y me dio un recipiente con unas instrucciones. Al principio lo guardĂ© todo y no le di importancia. ¿QuiĂ©n era yo para que me diera eso? PensĂ© que se habrĂa confundido, aunque igual lo guardĂ© todo. Esta persona me dijo que volverĂa a verme más adelante. Pero todavĂa no lo hizo.
- ¿QuĂ© le dio?.
- Un frasco con un polvo rojizo, pesadĂsimo, y un papel con unas instrucciones que decĂan que debĂa fundir plomo o mercurio y luego, añadir este polvo en una cantidad especĂfica envuelto en cera.
- ¿Lo hizo?.
- Al principio no le di importancia, lo deje ahĂ archivado con otras cosas. Pero un dĂa, aburrido, lo probĂ©. Y cuando lo hice se despertĂł mi fiebre por el oro. Porque pude convertir un pedazo de mercurio en oro de la mejor calidad, segĂşn pude constatar con un especialista.
- ¿AsĂ como asĂ?.
- SĂ, se produjo como un leve y suave estallido en el crisol, y todo se tornĂł dorado. PensĂ© que era un teñido o algo parecido, incluso un truco, pero al analizarlo con un orfebre me di cuenta que tenĂa oro en mis manos. Lo gastĂ© todo intentando revelar cĂłmo era que se hacĂa la piedra. Finalmente, luego de muchos años, de gastarme mucho dinero, descubrĂ el fuego secreto para hacerla.
- ¿Cuál es?.
- Pues se hace con ....
A continuaciĂłn me explicĂł una “receta” del todo parecida a la vĂa del anciano de Mendoza, aquella que relatĂ© arriba. Luego, tambiĂ©n me enterĂ©, porque en este mundilllo todo es pequeño, que era conocido del anciano Enrique.
Me dijo que no podĂa ponerla en práctica esa “fĂłrmula” porque no tenĂa el espacio y el tiempo, y andaba medio mal de salud (habĂa sido operado recientemente). No obstante, en su descripciĂłn, concordĂł con todos los detalles de la operatoria que me habĂa contado, años atrás, Enrique.
¿Prueba que Enrique posiblemente haya tenido la piedra autentica? No lo sĂ©. Pero sĂ es probable que la formula haya sido pasada hacia Ă©l por F. Algunos dirán que es un particular, como si transmutar tan simplemente se pudiera hacer con particulares.
Esta es la historia completa. Y al escribirla, cumplo lo que un dĂa me pidiĂł Enrique, tomándome del hombro y mirándome muy serio cuando le dije por quĂ© me contaba todo esto: "para que me recuerde".
Hoy 7 de enero de 2023, a muchos años de todo aquello, cumplo su petición.
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(*)Fulcanelli dice: "Sea como fuere, prosiguiendo la acción del cuarto grado del fuego, el compuesto se disolverá por sà mismo y se sucederán nuevos colores hasta que un rojo débil calificado de flor de melocotonero, que se vuelve poco a poco más intenso a medida que se extiende la sequedad, anuncia el éxito y la perfección de la obra. Enfriada, la materia ofrece una textura cristalina hecha, al parecer, de
pequeños rubĂes aglomerados, raras veces libres, siempre de elevada densidad y de fuerte brillo, con frecuencia arropados en una masa amorfa, opaca y roja llamada por los antiguos la tierra condenada de la piedra." El parecido con lo que vi, es más que llamativo.
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