Dialogo entre dos alquimistas

 



Esta entrevista a mi querido amigo Mejnour viene a cuenta de que me ayudĂł a traducir recientemente un libro inmejorable, y escarbando en sus trabajos, que muchos me han preguntado desde los dĂ­as de mi antiguo foro, decidimos que serĂ­a una buena oportunidad para dialogar, como amigo, no como periodista, sobre los aspectos de su trabajo, debido a que abordĂł innumerables vĂ­as alquĂ­micas y conoce a la perfecciĂłn como realizar la Gran Obra.

AsĂ­ pues, iniciamos con esta pregunta:

R: ¿Hace cuanto tiempo estás interesado en la alquimia?

M: Oh, eso viene de mis tiempos de juventud, hace muchísimos años, cuando vivía en Europa del este, y esas cosas que pasan que hacen que a uno le despierte el gusto por eso que nuestros antepasados hicieron y descubrieron, pero que los siglos han ocultado para la posteridad. Siempre supe que en el pasado habían hallado la forma de prolongar la vida y curar las irremediables enfermedades que a día de hoy nos azotan. Entonces empecé una búsqueda que al principio fue teórica y luego se convirtió en práctica.

R: Como alquimista practicante ¿Cuántos años llevas trabajando en la Gran Obra.?.

M: Más de media vida. He sorteado precipicios, abismos que conducían a ningún lado. Pasé enteros años absorbido pensando que todo estaba en una sal, que la obra se hacía con un trozo de tierra, con rocío y nada más. Todas las producciones que se pueden hacer con innumerables materias son posibles pero cada materia dispone de una complejidad extraña que la naturaleza le ha dotado para que nos cueste revelar su tesoro.

R: ¿De las sales se puede hacer la Piedra?.

M: Definitivamente no. Las sales, a propósito de Kerckring y parafraseándolo: abren el cofre de los tesoros, pero no son nuestro tesoro. Pasé al menos 2 años trabajando con los carbonatos, los hidróxidos, convencido de que quizá la sal del roble, que quizá el KOH, que quizá la sosa caustica, pero no. Estas materias en si, como dice Basilio Valentín, sirven para la Obra pero no son la Obra misma. Es necesario que algo más se les incorpore en todo caso, para que sirvan a nuestro propósito que se trata de la fijación.

R: ¿Con cuál materia trabajas?.

M: TrabajĂ©. Una vez alcanzas al secreto se acaba el trabajo con esa materia y empieza con otra materia. El camino es infinito. Los que dicen que alcanzaron el misterio pero que no continĂşan en la persecuciĂłn de los secretos de la naturaleza son, o bien, muy arrogantes para creer que ya lo saben todo, o bien, se han resignado a la poca cosa que hayan obtenido considerando que lo es todo, lo cual demuestra de nuevo arrogancia. La arrogancia, como la vanidad, no conduce a ningĂşn lado saludable. Esas personas suelen ensimismarse consigo mismas y desconocer el mundo que les rodea creyendo que lograron revelarlo todo. Y hay una Piedra que da salud y prosperidad, pero hay otra que da revelaciones para nuestro espĂ­ritu. Pero volviendo a tu pregunta, la materia con la que trabajĂ© fue siempre – y se engañan los que utilicen otra – la estibina.

R: Gracias por tu respuesta. ¿Y los trabajos con rocĂ­o?.

M: Ofrecen, para el que sabe disponer de esta manera, un excelente disolvente de la naturaleza, un Alkahest en toda la regla, pero no son la Piedra. Al respecto de esto nos lo dice el propio Cosmopolita (que trabajĂł con la estibina) que el Agua blanca de su isla sin el oro no sirve para gran cosa. Esa agua blanca se fabrica con rocĂ­o principalmente.

R: Y ahora un tema controvertido, sobre todo, porque, como sabrás, pasĂ© muchos meses reunido con un adepto que trabajĂł con esta materia ¿quĂ© piensas de los trabajos con orina?.

M: ¿Me permites ser sincero y transparente?.

R: Por supuesto, este es un diálogo de amigos, no significa que debamos coincidir en todo.

M: Los trabajos con orina jamás te darán la Piedra de los FilĂłsofos.  PasĂ© unos 3 años dedicado, absorbido por completo, a destilar, cohobar, y pudrir orina. El resultado ha sido un extraordinario Alkahest capaz de abrir absolutamente todos los metales y extraer su tintura desde su forma metálica (no desde sus sales u Ăłxidos ). A la larga se puede elaborar una tintura poderosa del oro, que lleva unos 6 meses de arduo trabajo. Pero esta tintura no se aproxima ni un poco al autĂ©ntico Oro Potable, solo loable en virtud de cierta sal que tiene el Alkahest del rocĂ­o.

R: ¿Te refieres del nitrito de amonio?.

M: No precisa y exactamente. 

R: ¿Por quĂ© piensas que no se puede formar la Piedra de la orina?.

M: No me apoyo solo en mis trabajos y de otros alquimistas que conoces tan bien como yo, sino en que la Piedra, según relatan las crónicas, es principalmente, más allá del color que puede variar, un materia vítrea y pesada. El peso solo lo dan pocos minerales (o metales) en esta tierra. Y sin el peso, lo mismo que el Oro Potable que debe tener notable peso, no tenemos la auténtica Piedra. El peso lo es todo. Al menos en mi experiencia.

R: Hay muchos lectores de este espacio que trabajan con mercurio, que tiene el peso ¿quĂ© opinas al respecto de estos trabajos?.

M: El mercurio es un neurotóxico, sus vapores son invisibles, pero te matan. En la historia hubo centenares de alquimistas que murieron victimas de sus inhalaciones. He visto en Youtube un muchacho que sin tomar precauciones trabajó con mercurio para alcanzar su forma maleable, muy probablemente esté contaminado y sus efectos se hagan notar a posteriori. Si hay una materia donde no debemos trabajar es el mercurio. Sin embargo, yo trabajé en mi juventud mucho tiempo, siguiendo la ayuda que me brindaba Rubellus Petrinus y la guía de Kamala Jnana, que me hicieron prestar atención al Dragón Rojo, esto es, el cinabrio, la mena del mercurio.

R: ¿Y entonces?.

M: No conduce a nada absolutamente. Pero si lo trabajas como corresponde, puedes tener una buena medicina. Pero es muy difĂ­cil, los beneficios no superan los riesgos implicados. La Piedra no se elabora con esta materia.

R: ¿Cuál serĂ­a el proceso usual?.

M: Actualmente la corriente de seguidores de Roger Caro aplican la utilización de azufre vivo, mercurio vulgar, y los mezclan hasta formar un lodo negro. Ese lodo negro se asperja con hidróxido de Potasio, al que consideran su Fuego Secreto. Esto produce un colorido y una materia rojiza con destellos dorados, que asocian con la Piedra. Pero es un producto sumamente tóxico. Un veneno mortal. Porque la separación de un veneno de un mineral o metal siempre es por Vulcano. No por fuegos líquidos secretos. En todo caso por, como sugiere Limojón de Saint Didier, fuegos de la naturaleza de la cal. Pero allí ellos, sólo brindo mi opinión que puede estar errada o acertada. Solo tengamos de referencia que Wilhelm Homberg pasó más de media vida trabajando con el mercurio y jamás obtuvo la Piedra. Starkey le sucedió lo mismo. Los pocos éxitos que tuvieron no se dieron cuenta que se debían a el mercurio vulgar se había aleado escasamente con nuestro dragón. Esto es todo lo que tengo para decir.

R: Muchas gracias. ¿Y quĂ© opinas de la Medicina Universal a travĂ©s de vegetales como propone Sir Gosset?.

M: Es lo mismo que con la orina o el rocío, nos ofrecen disolventes extraordinarios para extraer las esencias más ocultas de los metales o minerales, pero por si mismas no son la Piedra, ni pueden llegar a serlo. Carecen del peso mi estimado. Los colores, negro, blanco y rojo, los podemos ver con innumerables sustancias, y no son prueba de nada. Además , como dice Fulcanelli, los colores son un invento.

R: Muy bien, pero de aquĂ­ surge la pregunta que plantea Basilio en su obra traducida, ¿se puede preparar la Piedra sin sustancia?. A lo que nos responde que no, y que todas las cosas, animales, vegetales y minerales tienen su primera sustancia particular, y que esas sustancias sirven para la Piedra siempre que se fermenten.

M: Es verdad, ahora que hago memoria, lo dice.

R: Tan es asĂ­, que el propio Kerckring no puede creer que Basilius estĂ© declarando la obra para fabricar la Piedra en unos pocos renglones. Entonces ¿por quĂ© de la orina, el vino, no podrĂ­a fabricarse la Piedra siendo que pasan por procesos fermentativos donde se libera lo que llama ValentĂ­n, “la entidad espiritual”.?.

M: Porque para mi, esa "entidad espiritual" es un disolvente y solo actĂşa con el oro, por si misma no harĂ­a nada sin el metal. Eso tambiĂ©n lo dice Basilius, que la Piedra se hace de la esencia del oro. Algo que confirma Nicolás Valois, Cyliani, Cosmopolita, entre otros muchos adeptos del pasado. En mi humilde experiencia, y no quiero contradecirte solo decir lo que hice a lo largo de los años, aquellas materias sĂłlo nos proveen llaves para abrir metales, o minerales, pero no tienen la capacidad de ser ellas mismas la Piedra, porque no disponen del peso que se necesita. La Piedra tiene una base en el reino mineral o metálico, aunque su agua pueda provenir del reino universal. 

R: Es verdad lo del peso, pero en algunas crĂłnicas que describen la Piedra, no aluden al peso, incluso enseñan lĂ­quidos donde sumergen metales que salen dorados (aunque esto puede ser un burdo truco, lo sĂ©). Mayormente hablan de su transparencia como el cristal. Bueno, la Piedra de orina es asĂ­. 

M: Sí, lo sé. Me enseñaste las fotografías. De nuevo, no busco contradecir, solo contar mi experiencia y lo que pienso al respecto.

R: Ya lo sĂ© querido amigo, solo que como este es un diálogo informal, no periodĂ­stico, me involucro con las preguntas algo que un periodista no harĂ­a. Mis disculpas por el atropello. 

M: Te conozco hace años, y lo sĂ©. TambiĂ©n sĂ© que el Parergon fue el gran hallazgo que diste a conocer a cientos de alquimistas, aquella agua rara que pudre al oro. BusquĂ© por mucho tiempo obtener Parergon de calidad, pero me fue imposible lograrlo, por eso desistĂ­ de las aguas y me enfoquĂ© en vulcano, no sin antes pasar por esas operaciones con tierras, vitriolos, acetatos, carbonatos, ácidos, orinas, rocĂ­os, nitros solares, y tantas cosas más. Y es que estos caminos presentaban una forma relativamente sencilla de operar y llegar a la meta, pero no me permitieron hacerlo por más esfuerzo que le puse,  y creo que es como asegura Cyliani que no se valora el Ă©xito sin atravesar ciertos peligros. 

R: La pregunta de rigor ahora es ¿y en cuánto tiempo se hace la Gran Obra?.

M: Es una pregunta a la que apelaré a mi experiencia nada más. En 5 días de trabajo tranquilo y relajado se puede elaborar sin problemas. Pero con experiencia y sabiendo lo que se busca, se puede hacer en menos tiempo, no digo cuanto, porque no me lo creerías.

R: ¿Y utilizas nuestro dragĂłn y el caballero para llevarlo adelante verdad?.

M: Oh, mi estimado, sobre este punto debo guardar un enorme silencio y solo referenciar a los interesados en tal operatoria al Becerro de Oro de Helvetitus, donde encontré, después de muchos años de estudiarlo, todas las pistas. Pero no habría valido de nada sin los generosos aportes de Basilio Valentín que me reveló el secreto.

R: Por eso creo que la obra que se tradujo es el más noble regalo que se pudo hacer en esta época. Gracias enormemente.

M: Ha sido un placer.

R: Una Ăşltima pregunta ¿el oro entra en la ecuaciĂłn?.

M: Si utilizas el Agua Filosófica sí, y de esta forma elaboras también la Piedra que ya es universal y de mayor alcance que la que tengo. Pero necesitas oro puro. El oro metálico y un poco de este agua. Eso forma la Medicina Universal y el auténtico Oro Potable. Y sabrás que es la auténtica agua porque lo fermentará al oro dejándolo negro y liberando su alma.

R: Muchas gracias querido amigo.

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