Uno de los libros poco comentados, pero que en su época revolucionó el ambiente de la alquimia, sin duda ha sido El Oro de la Milésima mañana. Por alguna razón, el texto en castellano no viene con las imágenes del texto en inglés. Por eso, le dejo al interesado algunas imágenes para abordar los trabajos que Armand Barbault llevó a cabo en su día.
Su operatoria consistía en recolectar una tierra oscura, por debajo del césped, a unos 10 centímetros al menos, y esa tierra impregnarla, a lo largo de más de 12 años, con plantas y rocío. Las plantas de origen medicinal, recién cortadas, eran las predilectas.
A medida que sucedía esto, en la Turba así preparada y mantenida a 40 grados de temperatura, la materia se empezaba a ennegrecer. Al cabo de 5 a 6 años obtuvo el segundo grado de corrupción, más allá de la superficie. Y a partir del sexto año toda la masa empezó a ennegrecer, logrando el negro absoluto.
Lo que hacía Barbault era después de todo, mojar y secar, solve et coagula, he ahí todo su asunto. Solo que su imbibición, además del rocío, le añadía la planta y su salvia.
Ahora bien, tras la negrura absoluta, un fenómeno curioso se presentaba en la Materia de este hombre:
“Al cabo de un cierto tiempo, apareció en el momento de las operaciones de secado, una cantidad cada vez más considerable de filamentos blancos, luego copos blancos parecidos a lana”
Cuando llegaba a este estado, calcinaba la Materia y esa materia la pulverizaba como polvo, y la dejaba con un poco de rocío destilado en un recipiente, donde añadía oro en polvo. Al cabo de un tiempo de digestión, el rocío adquiría un color dorado extrayendo del oro su tintura. Este era el Oro Potable o el Oro de la Milésima mañana. Este producto curaba de muchísimas enfermedades, y la medicina no se explicaba cómo lo lograba y tampoco podía la ciencia reproducir su composición.
En definitiva, pasó 12 años para obtener el compuesto eficaz para extraer la tintura del oro.
Pero uno se pregunta si no se podría hacer en corto tiempo siguiendo esta formula:
EL ALKAHESTEl célebre Alkahest es una medicina universal cuya preparación también conocían Helmont y algunos Rosacruces. Fue considerado por ellos como uno de los mayores misterios. Se prepara como sigue: "Tomar cal cáustica recién preparada, si es posible todavía caliente; pulverizarla rápidamente en un lugar seco y ponerla en una retorta. Añadir tanto alcohol absoluto como el polvo pueda absorber, y destilar el alcohol a un calor moderado, hasta que el polvo en la retorta quede perfectamente seco. El alcohol destilado se vierte ahora de nuevo sobre la cal, y se destila, y esta operación se repite diez veces. Mezclar el polvo con la quinta parte de su peso propio de carbonato de potasio puro. Esto debe hacerse muy rápidamente y en un lugar seco, para que no atraiga la humedad de la atmósfera. Introducir la mezcla de los dos polvos en una retorta y calentarla gradualmente, después de haber echado en el recipiente unas dos onzas de alcohol absoluto. Los vapores blancos surgen del polvo y son atraídos por el alcohol, y el calentamiento debe continuar mientras esto suceda. Vierte el alcohol del recipiente en un plato y préndele fuego. El alcohol se quema y el Alkahest permanece en el plato. Es una excelente medicina y se usa de la misma manera que Primum Ens Melissa. A causa de los grandes poderes contenidos en la piedra caliza, Paracelso dice que "muchos hombres patean con el pie una piedra que sería más valiosa para ellos que su mejor vaca, si sólo supiera qué grandes misterios había puesto en él Dios por medio del espíritu de la Naturaleza".
De nada!
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