Las tierras y sus misterios y el testimonio de un longevo



En el texto de Agrícola, Medicina Química, un libro excepcional y que en breve esperamos tener por completo traducido al español (si Mejnour lo hace y quiere), encontré el otro día una referencia interesante sobre la preparación de un Agua especial

Ya vimos que AgrĂ­cola relata que un alquimista le enseña un Agua donde el oro se disuelve como hielo en agua tibia, que a su vez, es capaz de teñir de dorado con esa agua metales como la plata, y que si se aplica más calor, se vuelve un polvo rojizo. 
"esta agua que se quema y se convierte en cenizas rojas" 
Ahora bien, pocas dudas caben que esta agua tiene una virtud extraordinaria y , como dice AgrĂ­cola, no hay otra mejor para preparar el Oro Potable Universal

AgrĂ­cola le suplicĂł al alquimista le enseñará como prepararla, pero como nos relata, no lo hizo. Entonces estuvo muchos años investigando y dio con un secreto de un Agua análoga que, a diferencia de la alquimista, Ă©l nos revela en su manuscrito. 

Este es el procedimiento que hoy comparto con todos ustedes traducido de su obra: 



TomĂ© el oro calcinado y vertĂ­ sobre Ă©l el espĂ­ritu secreto del vitriolo. DisolviĂł el oro en 24 horas y extrajo una esencia como un rubĂ­, dejando un cuerpo blanco como plata fija. AsĂ­ pude obtener toda la preparaciĂłn y perfecciĂłn en 8 dĂ­as, porque el verdadero espĂ­ritu del vitriolo tiene el poder de atacar, descomponer y licuar el oro sin violencia. NingĂşn otro menstruo puede hacer esto fácilmente, excepto el que vi en casa de un buen amigo, del que tambiĂ©n hablĂ© anteriormente. Cualquiera que lo posea podrĂ­a producir la quintaesencia del oro, pero no todo se nos revela, ni siempre serĂ­a bueno hacerlo. 
Pero cĂłmo se va a preparar el espĂ­ritu secreto del vitriolo, que disuelve tan bien el oro, se informará más adelante bajo su tĂ­tulo, al que por la presente deseo referirme al amable lector. Lo que falta aquĂ­ se revelará allĂ­. AquĂ­ te enseñarĂ© a preparar un espĂ­ritu secreto para hacer oro potable que sabe tan bien como una naranja de Sevilla. Domina el oro, lo que hace que se derrita en cualquier lĂ­quido, sĂ­, en el agua de lluvia, y se tiñe de rojo sangre. Siempre he considerado este mi mayor secreto, y todavĂ­a lo sigo considerando asĂ­. Lo comunicarĂ© aquĂ­ por buena voluntad, pero con la condiciĂłn de que se me comprenda correctamente. Quien no entienda, mejor lo deje, o de lo contrario podrĂ­a acusarme de engañarlo. Sin embargo, puedo decir con buena conciencia que no escribo nada más que la verdad, y aquĂ­ revelo lo que he hecho con mis propias manos. Con este espĂ­ritu, el oro se vuelve tan hermoso y agradable que es asombroso, y ni uno entre cien creerá que hay tanto poder en este espĂ­ritu. Porque si simplemente se le pone oro limado y se lo somete a una digestiĂłn suave, perderá su brillo y se convertirá en el más rojo enrojecimiento. Sin embargo, el espĂ­ritu se une con el oro y desaparece, y el cuerpo y el espĂ­ritu dan como resultado un cuerpo dulce. NingĂşn menstruo puede hacer esto, excepto el Universal del mundo y de los FilĂłsofos, no importa lo que escriban los trabajadores del laboratorio, no es importante. 
Sin embargo, debes saber que este licor no debe hacerse más de una vez al año, por diversas razones, y esto no es un sofisma como algunos imaginan. Aunque se puede fabricar en cualquier momento, no tiene el poder de descomponer el oro, lo que a mĂ­ mismo me ha sorprendido. 
Pero para no hacerte esperar más, debes saber que en el suelo cerca de las minas de plata se encuentra una tierra marrĂłn especial entre las galerĂ­as. Cuando el sol entra en el constelaciĂłn de Cáncer y en la luna llena, que ocurre todos los años a mediados de junio, la tierra se vuelve hermosamente amarilla, como si estuviera cubierta con el oro más fino. No dura más de tres horas cuando vuelve a desaparecer y el oro se desvanece en un momento, por asĂ­ decirlo. 
ObservĂ© esto cuidadosamente en Freiberg en Meissen. Tienes que esperarlo con atenciĂłn, de lo contrario no lo notarás. No solo debes ceñirte al calendario, sino que si deseas recolectar esta tierra dorada, debes estar familiarizado con la astronomĂ­a, para saber a quĂ© hora ocurre la luna llena en el cielo de las montañas, para no perderte esta hora. ya sea de noche o de dĂ­a, es lo mismo. 
Obtenga tanta tierra como desee, pĂłngala en un barril de roble para evitar que el espĂ­ritu se evapore, llene la retorta hasta la mitad, agregue un recipiente y luego destile el espĂ­ritu. Se verá maravilloso. Cuando estĂ© todo fuera, destila la flema. Mediante rectificaciĂłn se debe obtener la sal volátil del sobrante. Este Ăşltimo debe convertirse en una sustancia viscosa por medio de su sal fija. Sin Ă©l, el trabajo es imposible ya que uno debe abrir el otro. 
Cuando la sustancia viscosa estĂ© bastante pura, destila siete veces a travĂ©s de una retorta, y obtendrás un bello espĂ­ritu cristalino con el que podrás dominar el oro y obtener su esencia. No creo que ningĂşn escritor haya revelado tanto como yo. ¡Ore a Dios por buena suerte! Es bastante claro, creo que un niño podrĂ­a entenderlo. Si no puedes hacer que el oro sea espiritual con este espĂ­ritu y disolverlo en sus tres Principios, no lo harás con ningĂşn Aqua Regis o sal de amonĂ­aco, excepto con el agua seca de los FilĂłsofos - que cualquiera diga lo que quiera. 
He aprendido tanto en quimia como cualquier hombre que sea un gran fanfarrĂłn y espadachĂ­n. Y alabado sea Dios, tambiĂ©n sĂ© de lo que es capaz el Arte y hasta dĂłnde se extiende su funcionamiento. Si Dios te concede este medio para obtener oro potable, no debes buscar otros procesos, porque no los necesitarás. En poco tiempo, y casi sin esfuerzo, podrás preparar una panacea que ayudará rápidamente a los enfermos en sus necesidades. De esto no puede usar más de 5 granos de una vez, y con gusto aprenderá sus efectos en unas pocas horas. Es cierto que solo he estado buscando esta materia durante dos años, pero no he podido obtenerla porque siempre me han impedido las tropas tiránicas. Debo rogarle a Dios que me permita obtenerlo y disfrutarlo el prĂłximo año. Muchos grandes señores recordarán cuán miserablemente han sido engañados con oro potable y cuánto gastaron en Ă©l. ¿Y quĂ© obtuvieron? Nada más que palabras y calcáreo de oro leproso que a menudo usaban más en detrimento de su salud que para el mantenimiento de sus vidas. Si sus trabajadores de laboratorio hubieran conocido este Ăşnico menstruo, no habrĂ­an llevado en vano a sus piadosos PrĂ­ncipes por la nariz. Es justo que esto les pase a esos caballeros. Cuando se supone que deben hacer un anticipo a sus mĂ©dicos por un buen medicamento, no se hace nada y el dinero está atado con cadenas. Pero cuando llegan esos vagabundos, que llevan su arte solo en la lengua, entonces se abren todos los tesoros, no debe faltar nada, sĂ­, hasta dan grandes honorarios y cadenas de oro por el engaño. 


Curiosamente aquella tierra, que se recoge en un dĂ­a y fecha en particular y que solo dura unas pocas horas en la superficie, parece no ser la Ăşnica con virtudes extraordinarias. Si seguimos leyendo su obra, encontramos esta referencia testimonial, quizá la más antigua, a un longevo cuyo secreto para extender su vida se lo debĂ­a tambiĂ©n a una “misteriosa tierra”. 




Este es el relato:

ConocĂ­ a un viticultor en Croacia. Ese hombre tenĂ­a 136 años, al menos, como me dijo, y parecĂ­a alguien de unos 60. TenĂ­a un nieto al que tambiĂ©n vi, de 72 años. AdmitiĂł que desde que tenĂ­a memoria nunca habĂ­a estado enfermo, porque todavĂ­a cuidaba sus viñedos en su gran edad, estaba cavando allĂ­, e hizo todo su trabajo tan bien como un joven, y ni un dedo le dolĂ­a. . Me contĂł muchas historias de los turcos que habĂ­an tenido lugar en Croacia, y el hombre tenĂ­a una memoria tan extraordinaria que no podĂ­a sorprenderme lo suficiente. Le preguntĂ© cuál era la razĂłn por la que habĂ­a envejecido tanto y siempre habĂ­a gozado de buena salud. Me dijo que tenĂ­a un poco de tierra que excavĂł en una montaña especial, que estaba tomando una pizca de ella todas las mañanas en una cucharada de brandy, y que eso lo habĂ­a retenido tanto tiempo, además de Dios. Me la mostrĂł. Era roja como la sangre y como grasa y se pegaba a los dedos. Lo tomĂ© por tierra sellada o lemniana o grasa solar (axungia Solis), ya que habĂ­a varias minas en la misma localidad. Como no tuve tiempo de ir a la montaña con el hombre, ya que estaba a unas buenas dos millas de distancia, no muy lejos de la fortaleza turca de Petrinja, no pude obtener nada para llevar conmigo para probarlo y ver si un EspĂ­ritu Solar (Spiritus Solis) estaba escondido en Ă©l. Pero sin duda debe haber sido un espĂ­ritu solar, de lo contrario no habrĂ­a tenido tal poder. 
Y esto fue especialmente digno de menciĂłn: si esta tierra se ponĂ­a en brandy, se derretĂ­a casi por completo en ella. Es seguro que HungrĂ­a y los reinos que le pertenecen habĂ­an sido especialmente ricos en varios minerales de oro, y está en casi todas partes, pero no todos pueden cultivarse debido al peligro turco. HabĂ­a visto en Sohl que los turcos habĂ­an invadido el paĂ­s y se habĂ­an llevado consigo a más de 200 mineros, hombres y mujeres. Uno oye hablar de eso en todas partes en Walachia y en Croacia, y en esos lugares todavĂ­a se esconde un gran tesoro. Cuando se llega a Macedonia y Tracia, especialmente alrededor de Philippopl, se puede encontrar terra sigillata (tierra sellada) en varios lugares en diferentes colores, rojo y blanco, que tambiĂ©n son utilizados por los turcos para diversas enfermedades. Yo mismo he recogido algo y me lo he traĂ­do a Alemania. No relato estas historias sin una razĂłn especial, pues demuestran que hay un poder especial en el espĂ­ritu solar del oro para mantener la vida, fortalecer y aumentar los espĂ­ritus vitales, obteniendo asĂ­ la salud deseada. Por eso Geber dice no injustamente: En el Sol y la Sal de la Naturaleza está todo. Ya he dicho suficiente de esto por esta vez. Continuaremos con otros preparativos. 
 

¿Pocas dudas caben verdad?. No deberĂ­amos despreciar las tierras, porque encierran un menstruo poderoso con el que se confecciona un Agua especial. Sin embargo, dicha agua no es la que utiliza aquel alquimista amigo de AgrĂ­cola capaz de teñir un trozo de plata. Esa agua es otra cosa, es SM puro, Parergon extraĂ­do de la fuente, es oro en potencia, aunque se vea cristalina y lĂ­quida. 

Ahora bien, quizá la solución al misterio esté en esta obra atribuida a un alquimista conocido como Orthelius (1).
 

Más no se puede declarar, sĂłlo citar. Y en tal sentido, me contento con referir la Tabla Esmeralda: 
 
Su padre es el Sol y su madre la Luna. El Viento lo lleva en su vientre. Su nodriza es la Tierra. 


En efecto, su nodriza es la tierra. Pero no cualquiera...







Notas:
1 . El alquimista conocido como Huginus a Barma nos ofrece un procedimiento muy detallado en su obra, El Reino de Saturno, transformado en Siglo de Oro.

0 Comentarios